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Yo y los demás. Yo, con los demás

En la vida cotidiana estamos continuamente interactuando con otras personas. Así creamos vínculos y lazos que nos ayudan a formar parte del grupo y de la sociedad. Actuamos y reaccionamos en relación a los otros, pero no de cualquier manera, sino según unas pautas de comportamiento que nos indican cómo actuar en las diferentes situaciones de nuestra vida. Su observación y la repetición en sociedad es lo que nos permite aprender-las e internalizarlas para que cuando se produzca una u otra situación, no estemos desprevenidos y sepamos cómo actuar de acuerdo a lo que la sociedad espera de nosotros.

Los niños y niñas con TEA tienen alterada la capacidad para comprender las reglas sociales, teniendo dificultades en entender a las personas; sus intenciones, sus estados emocionales, y su mundo mental. Esto hace que estos niños tengan una peculiar manera de relacionarse.

Estilos de interacción en los niños y niñas con TEA

Reservados

Son los niños y niñas que suelen estar en soledad. Tienden a rechazar activamente la relación que los demás les proponen. Suelen evitarla y normalmente son los que tienen más dificultades en la comunicación verbal y no verbal y alteraciones en la conducta.

Pasivos

Este estilo de interacción provoca en los niños y niñas que por sí solos no inician la interacción con los demás ni la siguen, pero si se los proponen responden a ella. Suelen ser dóciles en la relación, obedecen lo que otra persona les indica con órdenes sencillas y comprensibles. No obstante, su patrón de relación también está alterado y desviado del desarrollo común, presentando dificultades para hacer amigos, para entender la forma en que las personas se relacionan unas con otras … En definitiva, dificultades para una interacción social recíproca (emisor y receptor intercambian continuamente las funciones).

Activos pero extraños

Son los niños y niñas con TEA que no sólo responden a otras interacciones que se le ofrecen sino que también inician ellos mismos interacciones con otras personas, pero estas son extrañas, raras. No son las esperadas dentro de una relación natural. Por ejemplo, inician la interacción pero sólo con temas que son de su exclusivo interés, sin importarles el interés mostrado o no por los demás. También inician la interacción sin ser conscientes de la disposición de la otra persona, por ejemplo, sin comprender que la otra persona está ocupada hablando por teléfono o hablando directamente con otra persona.

Por lo tanto, las personas con TEA no es que no se relacionen con otras personas, que no quieran saber nada de ellas o incluso que las rechacen, sino que tienen dificultades en el proceso de interacción. Tienen alterada la capacidad para procesar la información sutil, compleja, pasajera y variada que caracteriza la información. Esto es así desde el inicio de la vida: el bebé procesa, sin haber tenido que aprender, de forma consciente, patrones de información sociales dados por su madre. Se caracterizan por ser sutiles, como una mirada, un tono de voz o una postura corporal de acercamiento complejos, se dan todos a la vez, pasajeros, cambian permanentemente a cada segundo y variados, no siempre que la madre se relaciona con su bebé lo hace de forma idéntica, son variadas.

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La nostra història de Sant Jordi

Les imatges ens van sortir així i nosaltres vam fer una història de Sant Jordi diferent.

“Hi havia una vegada tres llibres màgics; i una nena va agafar un de color lila però el va tacar amb quètxup i el va espatllar.

Però com era màgic va sortir un cavaller Sant Jordi, i amb la seva espasa va sortir de casa però va haver de tornar al seu castell perquè es va deixar una cosa, el seu caval.

El cavall anava corrents al bosc, perquè havia trobat una princesa pel cavaller. I de sobte la princesa va veure un foc a unes cases del poble i dins hi havia una rosa que no es cremava.

I la gent del poble cridava; mireu no és crema la rosa.

Però en un moment va arribar el drac que es va menjar a tothom i va tornar cap a la seva cova.

Però el rei l’esperava alla, i el va matar per salvar a tota la gent del poble.”

Vam fer unes altres històries algunes amb finals molt divertits com:

Sant Jordi es quedava amb el drac i no volia estar amb la princesa o que la princesa es quedava amb el drac perquè estava farta d’acabar a totes les històries amb Sant Jordi.

ya hablara

«No te preocupes, ya hablará»

En muchas ocasiones los familiares ven que el desarrollo del niño no es el adecuado para su edad; sin embargo, deciden esperar ante el comentario de “ya hablará, cada niño tiene su propio ritmo“ de diferentes amigos y profesionales.

El “ya hablará” no es una solución.

Los padres siempre deben consultar con un logopeda cuando observen que su hijo no habla o habla mal.

Si un niño tiene problemas de lenguaje no hay que esperar, se debe actuar cuanto antes para evitar un desfase en su desarrollo global.

Por ello para identificar los posibles trastornos del lenguaje es fundamental conocer las etapas del desarrollo normal del niño.

Asimismo, es importante tener en cuenta que hasta los 6 años nos encontramos con el periodo de la plasticidad cerebral momento en el que el niño va a conseguir sus mayores avances por lo que es fundamental una adecuada atención temprana cuando exista algún tipo de desfase respecto a su edad cronológica.

Existen numerosos trastornos del lenguaje que deben ser abordados de forma temprana, ya que con tan solo dos años el chico ya ha adquirido entre 100-200 palabras y un año después ya conoce entre 1000 y 1500.

En muchas ocasiones son las propias profesoras de infantil las que advierten a los padres de la necesidad de llevar a sus hijos al logopeda.

En resumen, no se debe esperar a que el niño hable ya que no conseguirá hacerlo por sí solo necesita que el logopeda que es el profesional preparado para ello, le proporcione la estimulación que necesita para adquirir el lenguaje.

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La escritura y la logopedia

La escritura es un proceso complejo y elaborado que requiere intención y voluntad y que nos permite, tanto a pequeños como a adultos, expresar la información deseada para que perdure en el tiempo y así poder disponer de ella en el futuro.

Actualmente, es un método imprescindible de comunicación para nosotros, pues la utilizamos para relacionarnos con otras personas, para trabajar, para expresar sentimientos,…

Sin embargo, su adquisición es compleja y muchos niños presentan dificultades en este campo desde pequeños, lo que puede afectar a su desarrollo escolar.

Existen una gran cantidad de trastornos que afectan a la escritura y que desde la logopedia tratamos para minimizar los posibles daños futuros, son: la dislexia, la disortografía, la disgrafía y el retraso de la escritura.  

La dislexia es un trastorno del desarrollo del lenguaje que se caracteriza por dificultades en el reconocimiento preciso y fluido de las palabras y por problemas de ortografía y descodificación.

La disortografía consiste en un conjunto de errores de la escritura que afectan a la palabra, apareciendo únicamente en la escritura, sin necesidad de que problemas en la lectura.

Hace referencia al uso de las reglas ortográficas, tanto naturales (g/j, c/z, c/q) como arbitrarias (h, b/v, ll/y). 

La disgrafía es un trastorno que provoca dificultades en los procesos grafomotores, sin ninguna causa evidente, afectando a la calidad de la escritura, pudiendo convertirla en ilegible.

Esto da lugar a problemas en la grafía de las letras que forman las palabras, afectando a su tamaño, forma, inclinación, espaciación, trazo y enlaces entre ellas. 

El retraso de la escritura puede aparecer por un funcionamiento inadecuado de alguno de los procesos que intervienen en la escritura.

Aunque también puede deberse a escasa escolarización, falta de motivación, baja inteligencia,… 

Como logopedas, nuestra función es trabajar con dichos niños los aspectos afectados a través de diferentes materiales adaptados a las capacidades de cada uno, con el fin de que integren los modelos correctos.

Tienen puntos en común para trabajar pero cada dificultad tiene su propio tratamientos y sus propios objetivos.

Para cualquier duda, podéis contactar con nosotros a través de las redes sociales, la web o el teléfono.