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Juego de construcción

El juego de construcción aparece a partir del año de vida, cuando el niño tiene una noción de los que quiere hacer y cómo lo quiere hacer, desarrollan el concepto de intención, y va evolucionado a medida que crecemos. Al principio es un juego simple, con materiales que un niño de 12 meses pueda manipular, como puzzles de encajes sencillos o bloques grandes, poco a poco aumenta su complejidad, tanto en los materiales utilizados como a nivel cognitivo, como crear torres aumentado el número de pisos, construcciones en equilibrio o estructuras basadas en pilares.

Evolución del juego de construcción

Primera etapa. A los 12 meses

Los niños se dedican a manipular los objetos. Con los bloques o cubos juegan a meter uno dentro de otro, a apilarlos y después tirarlos. En esta etapa el objetivo es perfeccionar la acción, aprendiendo su tamaño, los colores y relacionarlos entre sí. 

Segunda etapa. Entre los 18 meses y los 3 años

El niño va adquiriendo destreza motora tanto en la motricidad fina como en la coordinación de mano-ojo. Empiezan a crear formas simbólicas, tanto horizontales como verticales, con los bloques como un tren, un avión o un puente. El juego es individual, las construcciones no se comparten con otros niños.

Tercera etapa. A partir de los 4 años

A medida que se hacen mayores, son capaces de utilizar materiales más complejos como puzzles de varias piezas o legos. El juego empieza a ser compartido entre los iguales y con los adultos. 

Cuarta etapa. A partir de los 6 años

El niño puede realizar puzzles más complejos como tridimensionales, crear montajes de escenarios o robots con piezas de encaje. 

Este tipo de juego ayuda a potenciar la creatividad e imaginación, facilita el juego compartido, ayuda a desarrollar la coordinación óculo-manual y la destreza motora, a aumentar la capacidad de atención y concentración, facilitar el razonamiento espacial y a desarrollar la capacidad de análisis y síntesis. 

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¿Jugamos?

“Nada enciende más la mente de un niño como jugar”

Stuart Brown

Los niños, desde que nacen, son seres activos; exploran y observan todo aquello que les rodea. Les gusta moverse, tocarlo todo y relacionarse con los demás. De esta manera aprenden y se desarrollan. Experimentan cambios físicos, intelectuales, emocionales y sociales significativos, siendo en los primeros años de vida, sobretodo hasta los 6 años, donde aprenden a más velocidad y se producen mayores cambios. 

El juego es, sin duda, uno de los mejores recursos para ir construyendo su desarrollo y descubrir el mundo, ya que es una actividad lúdica, que divierte, entretiene y produce placer. Los niños están felices y seguros y se crea un clímax idóneo para el aprendizaje, mejorando sus capacidades y destrezas. 

Para poder potenciar al máximo dicho aprendizaje las personas, que forman parte de la vida del niño, deben conocer en que etapa del desarrollo se halla. Es importante saber que se puede esperar de él en cada momento de su vida. Y para poder entender el funcionamiento del niño se debe prestar atención al nivel social, afectivo, comunicativo y cognitivo. De esta forma se puede identificar en que momento se encuentra de su evolución y en consecuencia que capacidades y habilidades tiene. 

Entonces, que tipo de juegos son los adecuados en cada etapa evolutiva?

Pasamos por diferentes fases en nuestro desarrollo biológico y psicológico. Se pueden distinguir 4 tipos de juegos dependiendo de la edad o etapa evolutiva en la que se encuentre el niño.

Entre los 0 y 2 años predomina el juego funcional. Son ejercicios de repetición, que consisten en repetir una acción muchas veces, tanto con su propio cuerpo como con objetos u otras personas. En definitiva utilizar el cuerpo y los objetos con un fin. Por ejemplo, hacer el cucu-tras, mover un sonajero o balancearse.

Entre los 2 y los 6 años predomina el juego simbólico. Es el juego imaginativo y creativo por excelencia. Consiste en dar vida a personajes y crear historias a partir de objetos existentes o la representación de objetos inexistentes. Por ejemplo, jugar a médicos, a papás y mamás o a ir a la compra. 

A partir de los 6 años predomina el juego de reglas. Todos aquellos juegos en los que se utilizan reglas/normas para jugar. El niño sabe que debe hacer en todo momento. Por ejemplo, juegos deportivos como el fútbol, el escondite o juegos de mesa com la oca.  

Durante todas las etapas del desarrollo también existe el juego de construcción, que va evolucionando a medida que el niño crece. Consiste en utilizar objetos para construir estructuras. Por ejemplo, crear una torre con cubos o crear una casa con fichas de lego. 

En la próxima publicación hablaré, más extensamente, sobre el juego funcional y la etapa evolutiva en la que se encuentra.